lunes, 31 de marzo de 2008

INTRODUCCIÓN.

Este texto nace de nuestra inquietud e inconformidad con las situaciones de pobreza económica, pero también de nuestra inconformidad con las teorizaciones existentes acerca del origen de esta pobreza. Por eso mismo, es este un texto que pretende dar más luces acerca de este problema que toma características cada vez más polarizadas. Los ricos son más ricos que antes, y los pobres más pobres que años atrás. Durante el desarrollo del texto, nos hemos encontrado que necesariamente habría de ser de una gran positividad, lo cual puede verse como una debilidad del mismo. Pero siendo nuestro objetivo básico la búsqueda de un camino efectivo para el mejoramiento de las condiciones de vida actuales de los seres humanos, en general, no se podría esperar menos. Muchas han sido las mediciones, discusiones y conclusiones, así como han sido muchos los progresos conceptuales que se han logrado a través del estudio del fenómeno de la desigualdad económica a través de la historia, en materias diversas tales como la filosofía, la economía, los sociología y la mercadotecnia, entre otras. Pero no encontramos de hecho, formulaciones efectivas para la prevención y para el alivio -que no erradicación- del fenómeno de la pobreza, derivado natural de la desigualdad en la generación y la distribución de la riqueza.
Al aventurarnos en el análisis de la pobreza económica, nos encontramos con el aporte de otras materias básicas respecto al fenómeno, las cuales nos muestran un camino a través del cual nos hace señas una luz de esperanza, por la claridad que nos deparan tales fundamentos. No creemos encontrar formulaciones muy novedosas por esta vía, pero sí encontramos un entramado de hechos correlacionados, sobre los cuales, aunque nos podemos mover en muchos sentidos, siempre nos llevan a una única conclusión: la desigualdad económica en las sociedades humanas es un problema demarcado por los desiguales desarrollos evolutivos psíquicos del ser humano y, en ese sentido, es un problema cuya solución, no ha estado completamente en manos de los seres humanos. Sin embargo, gracias a los desarrollos evolutivos logrados a lo largo de muchas generaciones, el la solución al problema de la condición de pobreza humana, se convierte en una responsabilidad cada vez mayor del individuo y la sociedad.
La pobreza humana es un problema que finalmente pareciera corresponderle a la fortuna, pues la variabilidad en lo evolutivo, causal que invocamos como fundamental, parece ser igualmente fortuita. Pero es aquí donde se inserta en nuestro discurso, y de manera obligada, no solamente aquello positivo, si no también lo antropocéntrico, pues es aquella supuesta casualidad evolutiva, que se manifiesta en la variabilidad de los seres vivos, la que propicia nuestra presencia actual sobre la Tierra. Podríamos ver en este resultado una finalidad que hace que todo el proceso evolutivo animado e inanimado, se nos muestre con una causalidad -y en ninguna manera casualidad- de fondo. Así, lo fortuito o casual de nuestra presencia en la Tierra deja de serlo considerando dos conceptos aparentemente muy espaciados entre sí: las íntimas interrelaciones materia-energía arduamente investigadas por la física, de un lado, y nuestro propio punto de vista, antropocéntrico respecto a la vida misma, del otro.
Una vez delimitado así, encontramos de igual manera, que el problema de la pobreza económica tiende a ser subsanado mediante los propios desarrollos evolutivos. En tal sentido, hemos de considerar la posibilidad de que nuestra evolución psíquica es continua, manteniendo activos todos los parámetros evaluados por Darwin en sus escritos más acertados, primero de una manera que podríamos llamar “natural”, que “no nos damos cuenta”, pero también de una manera “artificial”, induciendo con nuestras propias exigencias más concientes, tales desarrollos que, como ya lo advertimos, son esencialmente psíquicos. En este texto, por lo tanto, lo que podemos exponer son los problemas reales que enfrentamos las personas para un más efectivo desarrollo psíquico y, consecuentemente, un trabajo específico con el que se pueden enfrentar tales dificultades. Hemos querido definir la base de tal trabajo como esencialmente pedagógica, por razones que daremos más adelante y esperamos sean muy valederas.
Ahora, sabemos bien que no son pocos los esfuerzos aplicados por una gran cantidad de organizaciones, en la labor pedagógica como base, para el alivio de la condición de pobreza humana, así como los esfuerzos por hacer ingresar a los individuos situados en los extremos de la escala económica, en esta necesaria y urgente tarea. Este texto sólo pretende presentar bases más sólidas que incentiven y hagan aún más efectivos los trabajos realizados y por realizar. Ya que consideramos la pedagogía como la vía principal en la solución de la desigualdad económica, los propios conceptos económicos y de mercadotecnia usualmente empleados para definir esta problemática, parecen no tener mayor participación, que la de ser contenidos específicos propios para el objetivo trazado. Tal vía principal a través de lo pedagógico, pudiera tener un vínculo muy estrecho con la filosofía, pero no escogeremos esta atractiva vía, en tanto consideramos de mayor peso para nuestra demostración una base científica conceptual, que un discurso filosófico, así este termine por formar parte de aquélla.
Dentro del concepto de lo pedagógico, nuestros fundamentos estarán en la teoría de la evolución de Darwin, muy popular pero no tan estudiada, y en la psicología, no en la que pudiéramos llamar “clásica”, si no en la específicamente desarrollada por Sigmund Freud, pues nos aporta una base científica sin parangón en la materia. Sabemos que en particular, tomar tal fundamento en lo psicoanalítico, no nos eximirá de varias y no pequeñas dificultades, entre ellas, el hecho de que muchos conceptos del psicoanálisis -la psicología de Freud- fueron evolucionando a través del propio trabajo de praxis y elucidación científica del propio Freud. Además, es difícil encontrar síntesis y reflexiones psicoanalíticas de Freud que no generen en muchas personas, sentimientos de rechazo e incomprensión. Por último, aún a riesgo de que, precisamente por las dos dificultades enunciadas, no se comprenda bien cuál es la base psicoanalítica sobre la cual elaboramos nuestra tesis, todavía nos veremos en la necesidad de hacer algunas complementaciones y correcciones a ciertas concepciones de Freud, que si bien nacieron de sus observaciones psicoanalíticas, creemos que no comprometen su meollo.
Tales complementaciones y correcciones, siempre muy arriesgadas cuando se trata del discurso freudiano, mantienen una muy fundamental aspiración pedagógica, y pretenden precisamente facilitar la comprensión de aquellas mismas reflexiones básicas de Freud, que tanto requerimos para nuestras sustentaciones. Buena parte de esta aspiración a la claridad pedagógica, está basada a su vez, en los principales textos y desarrollos de Darwin. Aquí, al contrario de lo que sucede con Freud, podemos decir a ciencia cierta que “todo el mundo” sabe mínimamente de qué se trata la teoría de la evolución humana planteada por Charles Darwin. Y no sólo eso. La teoría de la evolución es un conocimiento muy apropiado por la sabiduría popular, que es aplicado en infinidad de situaciones cotidianas, con grandes probabilidades de acierto conceptual, lo que no sucede con la teoría de Freud. Es nuestra esperanza “dar en el punto”, pues tanto a nivel de la rigurosidad científica requerida, como de la exigencia pedagógica planteada, tal “combinación” de autores la consideramos prenda de garantía para el logro de nuestro objetivo. De todas maneras, es posible observar que los principales planteamientos de Freud respecto al desempeño y características del mecanismo psíquico humano, poco a poco han ido tomando parte en la cotidianidad humana, particularmente, en los propios núcleos familiares, en la primera educación escolar y en el área de la investigación criminalística, entre otros.
No podremos dejar de lado sin embargo, los conceptos de la física respecto a la dinámica de materia y energía, tema que nos sale al encuentro, cuando se trata de dilucidar la intrínseca relación entre cuerpo y psique, y que nos sumerge un tanto en la reflexión filosófica y causal. Pero de “nuestra propia cosecha” son otros aportes que esperamos logren suficiente sustentación. El primero de ellos nos lleva a la reflexión acerca de la participación en evolución de la instancia psíquica como un ente energético sinérgico. El segundo aporte nuestro, trata de la reflexión acerca de la sexualidad como vía preferencial para la reproducción de las especies. Finalmente, una sucesiva y causal “cascada conceptual” que, comenzado con lo sexual -de gran importancia y punto común fundamental en lo evolutivo y en lo psicoanalítico-, pasa por lo estético y pedagógico -donde el ser humano logra la concreción de lo temporal y de lo espacial con una condición de goce-, continúa con el concepto de “valor” por el placer de la satisfacción -intersección de lo psicoanalítico con la mercadotecnia y la administración de negocios- y termina con la medición económica monetaria, aproximación fundamental a nuestro objetivo final, los factores causales de la condición de pobreza económica humana.
Otra reflexión acerca de la confrontación del concepto de lo estético-placentero como vía preferencial para el desarrollo evolutivo, con los desarrollos de Freud acerca del chiste, lo cómico y lo humorístico, y con respecto a los conceptos de identificación y de trasferencia de la práctica sicoanalítica, nos darán importantes luces acerca del goce en lo pedagógico, identificado con lo estético y con lo evolutivo, en cuanto a vía única para el devenir humano -mucho más allá de cualquier conceptualización en lo fortuito o casual-. Finalmente, dilucidando lo que es efectivamente pedagógico, esperamos aportar claridad respecto a cuál es la manera más real y objetiva de mejorar la eficiencia del ser humano, en la consecución de los recursos para su subsistencia, o lo que es lo mismo, para la generación de la riqueza. En el lenguaje empresarial y de las más reciente políticas socio-económicas gubernamentales: la iniciativa de emprendimiento.
Sabemos que, en última instancia, el evolucionar psíquico es una condición humana, nacida en la constitución orgánica -anatómica y fisiológica- y forzada por la ilusión del bienestar absoluto, cuya aproximación cada vez más depende de nuestra propia fortaleza y desarrollo psíquico. Este texto no logrará solucionar de manera súbita el fenómeno de la pobreza, pero pretende actuar como catalizador de importancia en la búsqueda de tal solución.

3 comentarios:

posicionamiento seo dijo...

Es muy bueno tu blog. Muy interesante. espero sigas escribiendo.

mariachis a domicilio dijo...

excelente blog. Me gusto mucho.

Posicionamiento web Chile dijo...

Excelente artículo, tienes mucha razón en lo que dices, muy buena reflexión.